La salida y vuelta en natación: un salto al éxito


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Roberto Muñoz @1968sports

 

La natación es uno de los deportes más populares y más desarrollados del mundo. Ello se debe a la importancia que en la salud y en el desarrollo físico tiene su práctica, también al importante papel que desempeña en los campeonatos mundiales y en otras competencias tanto nacionales como internacionales. El constante incremento del nivel de las marcas deportivas en natación, y la fuerte competencia mundial, exigen aumentar continuamente la calidad y la técnica del proceso en el entrenamiento.

La natación tiene importantes componentes que integran la actividad competitiva. Estos son: la eficacia de la salida, el nivel de velocidad en el tramo, la eficacia del viraje, la frecuencia de brazada, la longitud del ciclo y la eficacia de la llegada a la meta; lo anterior pone de manifiesto que a pesar de ser una modalidad cíclica, solo una parte del tiempo entre el 70 y el 75 %, el nadador ejecuta movimientos cíclicos. Por lo tanto, entre el 25 y el 30 corresponden a la salida y al viraje de aquí la importancia que reviste el mejoramiento de la potencia como componente de la efectividad del movimiento.

Las salidas y los virajes, técnicamente han evolucionado mucho en los últimos años y sin duda, nos hemos dado cuenta de que en ocasiones las pruebas se definen o se pierden por décimas de diferencia. El desplazamiento que se logra en la salida y en el viraje tiene una incidencia en el tipo de realización de la prueba, ya sea en distancia para velocidad o para resistencia, lo que significa demoras por mala aplicación de la técnica y por falta de un nivel de fuerza suficiente. Sin los músculos fuertes de las piernas es difícil para un nadador impulsarse adecuadamente de la plataforma de salida o de la pared de la piscina durante la salida y el viraje. Durante la práctica en tierra es preciso dedicar también a la elevación de la fuerza “impulsora” de las piernas, a la elevación de su capacidad de salto. Por ello la salida es tan importante como el recorrido en cuanto al tiempo, si tiene una mala salida, esto costará segundos que tal vez no se pueda recuperar durante el recorrido.

Robinson Molina

Robinson Molina  – Ángel de Jesús @AdjFotografia

Si bien es cierto que en las edades infantiles no es acostumbrado el trabajo con pesas, por el riesgo que puede ocasionar afecciones en el desarrollo del crecimiento longitudinal y en las articulaciones, así como por posibles desviaciones de columna, también es cierto que no en todas las instituciones o áreas de piscinas en donde se encuentran los equipos de natación, existen salones de pesas (gimnasio) Podemos decir que es un problema que no debemos ignorar. Es por esta razón que pretendemos validar un programa de ejercicios con su sistema de carga, sin aparatos, sin sobrepeso, sin excesivos costos, acorde con la edad y nivel de preparación de los niños, orientado al desarrollo de la fuerza y su correspondencia con la velocidad de desplazamiento de la salida y el viraje.

RECOMENDACIONES

1. Entrenar la técnica de salida y viraje no solo como corrección, sino como eficiencia, trabajándola especialmente en los periodos general y competitivo con el correspondiente trabajo de fuerza específica en los planos musculares referidos a las técnicas. De esta forma la concebimos como carga que posibilita la adaptación biológica a las exigencias de rendimiento.

2. Entrenar la fuerza explosiva, velocidad de reacción como parte importante en la técnica de salida y viraje durante las etapas especial y precompetitiva

3. Realizar controles  de la salida y viraje, evaluando cada fase de la técnica, al inicio del macro ciclo, antes de la preparación especial y en el periodo pre-competitivo.

4. Implementar el programa de fuerza explosiva en piernas dentro del plan de entrenamiento en la preparación especial y competitiva

Bibliografía:

Sandra Milena Moreno Molano – investigación completa La salida y viraje en natación, un salto al éxito

ISDe Sports Magazine Mejora la velocidad de reacción en natación

 


 


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