¡Gana fuerza y aprende a nadar rápido!


Compartir

La velocidad no depende únicamente de “la relación entre la distancia recorrida y el tiempo que se invierte en recorrerla”, sino también de la manera en que se recorre. El tipo de trabajo, que puede ser aeróbico o de velocidad, se clasifica según el ritmo al que el nadador quema combustible o ATP (trifosfato de adenosina). Pero además hay otro factor determinante para lograr un nado rápido y eficaz: la fuerza.

Hoy, en relación con la fuerza, nos vamos a centrar en la llamada fuerza de resistencia. Nos referimos a la habilidad para mantener esfuerzos musculares durante un cierto número de ciclos, o durante el mayor tiempo posible, con la mínima pérdida de eficacia en la ejecución.

Este tipo de fuerza responde a varios factores:

Máximo nivel de fuerza
Velocidad de ejecución
Cantidad y calidad de las anteriores sesiones de entrenamiento
Resistencia básica

El circuito que te presentamos a continuación sirve para empezar a trabajar en el gimnasio la fuerza de resistencia y debe ir siempre supervisado por profesionales de las ciencias aplicadas al deporte.

Hay que ejecutar los ejercicios uno detrás de otro sin parar. Después del cuarto puedes tomarte 2 minutos de descanso.

  1. Flexiones

  2. Dominadas (con ayuda si fuera necesario)

  3. Salto de obstáculos con las piernas juntas

  4. Saltos impulsándose con los brazos

Cada ejercicio se ejecuta en tres series de entre 15 y 20 segundos. Cuando termines, prueba a aumentar la duración de cada ejercicio hasta los 45 o 60 segundos.

Una vez que hayas completado el circuito ya puedes ir a “embolsarte” tus ganancias en la piscina, o dicho de otra manera, emplear en el agua la fuerza que has desarrollado en el gimnasio.

Los siguientes ejercicios corresponden a tres niveles diferentes. Los hemos colocado de menor a mayor dificultad para que elijas el que te resulte más útil.

Nivel principiante: 8×25 m a estilo libre nadando 12.5 m lento y 12.5 m rápido, con 30” de recuperación. Al final de estas series, nada 4×25 m a tope con 60” de recuperación.

Nivel intermedio: 12×25 m a estilo libre con aletas a toda velocidad, 30” de recuperación. 200 m de nado de recuperación. 3×50 m a estilo libre con salto (si es posible) y 1’30” de recuperación.

Nivel avanzado: 2 series de 1×25 m con 60” de descanso y 1×75 m con 2’30” de descanso, todo ello a la máxima velocidad posible, nadando 200 m entre series.

Nadar rápido es un arte. Tienes que aprender a entender y gestionar tu físico dentro y fuera del agua, porque el nadador más rápido no es el más fuerte o el de mayor talento sino el que consigue un mejor equilibrio entre sus cualidades.

ESCRITO POR: Luca Borreca para ARENA WATER INSTINCT

 

 


Compartir