Cathy Bennett, la primera instructora de natación de Michael Phelps, comparte sus consejos para ayudar a su futuro nadador olímpico a sentirse seguro y confiado en el agua
Considere este consejo de Bennett, la primera instructora de natación de Phelps y directora de programas de la Fundación Michael Phelps , que ayuda a los niños a convertirse en nadadores seguros:
Aprovecha la hora del baño
La bañera es el lugar ideal para que su bebé o niño pequeño se adapte al agua. (Pero nunca la deje desatendida, ni siquiera por un segundo). Inclinelo suavemente sobre su espalda para ayudarle a acostumbrarse a sumergir sus oídos bajo el agua. También puede familiarizarse con mojarse la cara usando una taza o una regadera para verter lentamente el agua en la parte posterior de su cabeza, y luego moverse lentamente hacia la parte frontal de la cara.
Con su niño pequeño o niño en edad preescolar, llene la tina para que el agua sea un poco más profunda. Haga que se caiga boca abajo para fingir que es un caimán o una tortuga, o que se sumerja completamente para ser un pez. Puede practicar la flotación y experimentar la sensación de flotabilidad rodando, echando la cabeza hacia atrás y relajándose.
“Flotar en la espalda es una de las primeras habilidades acuáticas que los niños deben aprender”, dice Bennett. “Si su hijo está alguna vez cansado o en peligro en el agua, esta posición puede ayudarlo a respirar y relajarse”.
Enséñale a respirar
Haga que su hijo respire profundamente por la nariz antes de sumergirse bajo el agua. Dígale que se asegure de que el aire descienda a sus pulmones y no se quede atascado en sus mejillas. Luego, pídale que cierre los labios y el zumbido para soplar burbujas por la nariz a medida que emerge.