Van Rouwendaal, la súper mujer de las Aguas Abiertas Europeos Glasgow 2018

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Sharon van Rouwendaal, tras ganar los 5 km en aguas abiertas. AFP

En estos Europeos, la holandesa Sharon van Rouwendaal ganó el oro de los 5Km, 10Km y la a prueba de equipos y la plata de los 25km aguas abiertas

Su locura en el Campeonato Europeo de Glasgow guarda más heroicidades: el pasado fin de semana nadó el relevo 4×200 libre en la piscina de Tollcross y estas cuatro pruebas las nadó en cinco días, con solamente el viernes como jornada de descanso.

El podio final de los 10 km femeninos, con la italiana Giulia Gabrielleschi (plata), y las holandesas Sharon Van Rouwendaal (oro) y Esmee Vermeulen (bronce)

En los 25km después de 5 horas y 20 minutos nadando la llegada fue de foto finish. 🇮🇹 Arianna Bradi se lleva el oro por delante de 🇳🇱 Sharon Van Rouwendaal por una décima de segundo!, impidiendo así que la neerlandesa lograse el triplete 5km-10km-25km.

La última de estas pruebas fue la más difícil. La holandesa decidió distanciarse del pelotón en el kilómetro seis. Su potencia dejó atrás a las rivales. La italiana Arianna Bridi y la francesa Lara Grangeon intentaban darle caza, con la alemana Angela Maurer, de 43 años y otro icono de las aguas abiertas, haciendo la goma. Cuando el cuarto oro de Van Rouwendaal parecía carecer de emoción, la holandesa se saltó una boya roja antes de entrar en los últimos 2,5 kilómetros. Tuvo que parar y nadar en sentido contrario para no ser descalificada. Después de su paso por meta, quedó a casi 40 segundos de la cabeza. Un mundo. Menos para ella.

Poco a poco, sacando fuerzas de no se sabe dónde, Van Rouwendaal aumentó la frecuencia de nado y fue recortando distancias. La meta se alejaba para la cabeza de carrera al mismo tiempo que se les acercaba la holandesa, quien a falta de un kilómetros las atrapó. Grangeon se quedó fuera de la lucha por el oro. Bridi se giró y le dejó la cabeza. Van Rouwendaal lideraba la prueba, aunque fatigada por todo el esfuerzo realizado, con Bridi dosificándose detrás. Ambas entraron en el sprint, siempre con la holandesa por delante hasta que, a falta de 15 metros, Bridi cambió de dirección y la adelantó por la izquierda. Ambas llegaron a la par, pero Bridi tocó antes. Le faltó una décima para certificar la epopeya que quería completar en Glasgow.

El oro en los 25 km se le escapó por una décima después de una remontada colosal. Sharon van Rouwendaal ha sido la nadadora más impactante de #Glasgow18

La holandesa, a sus 24 años, es un auténtico fenómeno de la naturaleza que se entrena sin descanso con el francés Philippe Lucas. Ya en los Juegos de Río logró el oro en la prueba de 10 kilómetros aguas abiertas.

Van Rouwendal ha tenido una carrera singular. A diferencia de otras especialistas de medio fondo que proceden de la piscina, ella fue una gran nadadora en el estilo de espalda, en el que llegó a lograr una medalla de bronce en los Mundiales de 2011 en los 200 metros cuando tenía 18 años.

Pero tras perderse la siguiente edición por una lesión en la espalda tomó la decisión que la ha convertido en una campeona en las aguas abiertas. Sus padres se habían trasladado a vivir a Francia con sus dos hijas, Sharon y una hermana. La nadadora se mudó posteriormente a su país natal para prepararse como deportista, pero en 2013 decidió ponerse en manos de Phillipe que forjó a la campeona francesa Laure Manaudou y que se caracteriza por la dureza y exigencia de sus métodos de trabajo.

Lucas le propuso a Van Rouwendaal que probara a nadar en unos campeonatos de Francia de larga distancia y la chica se impuso con gran facilidad. A partir de entonces compaginó la piscina con las aguas abiertas.

Su primer éxito lo logró en lo Europeos 2014, en Berlín, donde ganó la plata en los 5 km.

Pero Lucas la enfocaba hacia los 10 km olímpicos de Río. Su preparación tiene fama de ser una de las más duras que se llevan a cabo en la natación internacional. Van Rouwendaal la publicita con detalle en su cuenta de una red social @svrouwendaal. Más de 90 kilómetros de nado semanales, con sesiones de hasta 17 kilómetros, forman parte de su rutina en Narbona y Montpellier, donde ha desarrollado su trabajo desde que está con Lucas.

“Los Juegos Olímpicos, los Mundiales y los Europeos no son las competiciones más difíciles. La más dura son todos los días con Philippe Lucas. Y me encanta”, ha escrito Van Rouwendaal. “A veces le odio, a veces le amo. Vio en mi una campeona y yo veo en él a un campeón”.

Lucas, que siempre ha ido por libre dentro de la natación francesa, fue elegido el pasado año como el mejor preparador mundial de aguas abiertas. Su pupila predilecta logró la plata en los 10 km en los Mundiales 2015 y un año después se proclamó, campeona olímpica.

Coach francés Philippe Lucas

El año pasado perdió el bronce mundial en los 5 km por una décima de segundo, no rindió como esperaba en los 10 km y se recuperó para ser segunda el último día de competición en los 25 km. El extenuante trabajo a que la somete su técnico le permite afrontar las tres pruebas de aguas abiertas y conservar su versatilidad, pues también disputa pruebas de espalda, mariposa y libre en los campeonatos de Francia.

“Es una superclase mundial y entrena como una bestia. Nadie entrena como ella. La exigencia es muy grande. Lleva todo el año compitiendo y preparándose para esto. En mayo ella nadó la Copa del Mundo de Seychelles de 10 km el sábado, el lunes en piscina nadó en su país el 400, 800 y 1.500. El siguiente sábado y el miércoles participó en el campeonato de aguas abiertas y ganó los 5, 10 y 25 kilómetros. Y la semana siguiente nadó otro de 10 kilómetros en Setúbal”, explica Ricardo Barreda, director técnico del equipo español de aguas abiertas.